viernes, 10 de febrero de 2012

Un espacio singular: la casa japonesa (2)

Muchas casas cuentan con camas, pero en el dormitorio tradicional el colchón o futon se oculta durante el día en un armario, y el lecho se extiende en el suelo por la noche. Un sistema con el que se consigue aumentar de forma reseñable el espacio de unas habitaciones que, durante el día, pueden ser empleadas para muchas otras cosas.

Las sillas son un elemento popular en el comedor, pero en las estancias con tatami estas son substituidas por una mesa baja donde sentarse sobre cojines y, en el suelo. En invierno probablemente haga aparición el kotatsu, una mesa camilla baja dotada de un brasero, ideal para hacer más llevaderos los fríos días en el país nipón.

El baño, llamado ofuro, suele constar de una cubeta honda en forma de bañera en la que sentarse para disfrutar de uno momento de relax. Antes de entrar en la bañera, hay que enjabonarse y aclararse utilizando un grifo, una ducha o el agua que se extrae de la bañera mediante un cubo o cazillo. Nunca hay que lavarse en la bañera, ya que el agua será utilizada por todos los miembros de la familia. El ofuro es uno de los elementos más importantes de la casa japonesa, ya sea moderna o tradicional. A la hora de comprar una casa los japoneses buscarán, por encima de todo, un espacio ideal para colocar el ofuro.

Los retretes occidentales son comunes en la actualidad, al igual que variaciones sorprendentemente modernas como la denominada washlet, con asientos dotados de un chorro de agua caliente que proporciona una limpieza fundamental con solo apretar un botón. Otra de sus características es la posibilidad de calentar el asiento para convertir ese momento tan íntimo en algo, incluso agradable. Un aparato que te permite hacer auténticas virguerías.

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